martes, mayo 29, 2007

"Solo"

Aquí os dejo un relato corto de mi cosecha. No es gran cosa pero si a alguien le puede entretener me daré por satisfecho.

Brilla el sol quemando su piel desde lo mas alto del cielo; el sudor baña su cuerpo, deslizándose suave por su torso desnudo, curtido por los cientos de días de trabajo, de duro trabajo, a la intemperie. Son las cuatro y media de la tarde y apenas mueve las hojas de los arboles cercanos la suave y tórrida brisa existente en medio de la gran llanura donde se encuentra. Está solo; sus compañeros fueron a comer, él ya lo ha hecho y el otro obrero que lo acompañó ha ido quince kilómetros al sur a buscar unas traviesas. Sólo se escucha su respiración; el chirriar de la cigarras y el suavón vaivén de la brisa en los árboles cercanos.

Por la carretera cercana hace horas que no pasa un alma. Todo está en calma; se siente aturdido por el sofocante calor y el agotamiento, pero se siente bien, en paz; es como si en este preciso momento todo encajara, todo fuera lógico por una vez en su maldita existencia. Ahora, y solo ahora lo entiende todo. Entiende el porqué lo dejó su mujer hace un año por aquel camarero del pueblo de al lado, entiende porqué su hijo le dió la espalda aquella misma semana en que su madre lo abandonaba; ahora comprende el daño que les causó a los dos; ahora, por fin, puede ver con claridad que beber cada noche tres botellas de ron no es lógico ni normal; como tampoco lo es vender cocaina a niños de corta edad para ganarse la vida, o mejor dicho para ganarse el derecho a la siguiente borrachera.

Lo abandonaron; lo dejaron solo y eso era lo que merecía. Y es ahora, justo ahora cuando entiende que el dejar de traficar en el barrio y ponerse a trabajar duro sólo fue un intento de redención de su asqueado ego; pero el pasado pesa demasiado; es imposible obviarlo y por eso está haciendo esto.

Sí, sabe que es lo mejor.

Al lo lejos suena el marchito motor diesel de la camioneta de su compañero que vuelve con el material, pero hoy ese motor suena diferente en sus oídos, es como si hubiera eco. Al igual que el sabor de la llanura en su boca tambien empieza a transformarse y cada vez es más dulzón.

Se siente agotado, le pesan los parpados. Respira profundo mientras cae arrodillado y es solo entonces cuando repara en la mancha de color rojo oscuro que lo rodea y piensa “cuanta sangre tenemos dentro”.

Nunca imaginó que el final no lo asustara, pero no tiene miedo, sólo ganas de descansar, de acabar con esta vida que lo asfixia día a día. El motor se para, y escucha a su compañero gritar....pero solo es un susurro en sus oidos. Siente latir muy lentamente su corazón; corazón que apenas tiene ya sangre que bombear por culpa del preciso corte en la muñeca izquierda que se propinó hace diez minutos con su navaja. Sabía que era el momento, solo, sin presiones, en paz.

Su compañero grita a lo lejos, pero ya no importa...todo ha acabado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Antonio, soy manu. Estoy de acuero, pero ¿no era la Alhambra el mejor monumento de Málaga? Jeje, he visto tu blog y está muy chulo, pero lo tengo que leer con más detenimiento. Hasta pronto!

Sietedebastos dijo...

Me encanta, simplemente me encanta, es perfecto, precioso. Es tan bueno que merecería haber sido escrito por mí.

-Eloy-